Transcript
Preface
The following oral history transcript is the result of a recorded interview with Cinthya Santos Briones on September 16, 2020. The interview took place Santos Briones's home in Brooklyn, New York, and was conducted by Fernanda Espinosa for the Archives of American Art, Smithsonian Institution. This interview is part of the Archive of American Art's Pandemic Oral History Project.
This transcript has been lightly edited for readability by the Archives of American Art. The reader should bear in mind that they are reading a transcript of spoken, rather than written, prose.
Interview
FERNANDA ESPINOSA: Hola Cinthya. ¿Cómo estás?
CINTHYA SANTOS BRIONES: Hola Fer. Muy bien. Buenos días.
FERNANDA ESPINOSA: Buenos días. Bueno, me presento yo soy Fernanda Espinosa y estamos haciendo una entrevista con Cinthya Santos Briones, para el proyecto de pandemia de Smithsonian del Archivo de Arte Americano. Y hoy es el 16 de septiembre del año 2020. Cinthya si puedes presentarte en tus propias palabras.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Claro que sí. Mi nombre es Cinthya Santos Briones, soy una fotógrafa, antropóloga, historiadora y organizadora comunitaria mexicana radicada en la ciudad de Nueva York. Mi trabajo multimedia como artista utiliza un enfoque colaborativo para contar historias sobre la patria, la memoria, la identidad. La historia, trabajo con archivos y con la autorepresentación también. Utilizo también un enfoque multidisciplinario como la fotografía, la enografía, los dibujos y las narrativas arte visuales y escritas. Antes de trabajar como artista, como fotógrafa, me dediqué por casi una década al trabajo de investigación en México a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en temas relacionados con migración, con códices, con textiles, con chamanismo, medicina tradicional, básicamente.
FERNANDA ESPINOSA: Gracias Cinthya. Bueno, como mencionaste tú desde hace varios años vives en Nueva York. ¿Puedes contarnos desde dónde me acompañas virtualmente hoy?
CINTHYA SANTOS BRIONES: Estoy en Nueva York. Desde hace dos años radico en el barrio de Bay Ridge, pero por bastante tiempo, casi 6 años, estuve asentada en el barrio de Showsen Park, que es un barrio predominantemente mexicano y chino, pero también hay comunidad ecuatoriana, guatemalteca, dominicana, puertorriqueña. Fue al principio del siglo XX un barrio predominantemente polaco, italiano, alemán. Entonces las migraciones en ese barrio han pasado, como en todo Nueva York.
FERNANDA ESPINOSA: Sí. Me encanta Showsen Park, ojalá pueda ir pronto.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Tiene una vista hermosa, su parque.
FERNANDA ESPINOSA: Sí.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Sí. Paul Auster escribió sobre Showsen Park.
FERNANDA ESPINOSA: Claro. Es lindísimo, se ve todo Nueva York.
Bueno. Como expliqué este es una entrevista que busca entender la experiencia de los artistas durante estos tiempos de cambios, no solamente en la pandemia, pero también los levantamientos que han ocurrido en este país de Estados Unidos en los últimos meses y en ese contexto quisiera que me cuentes personalmente cómo has estado, cómo has vivido estos últimos meses de pandemia.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Pues, estoy bien. Tratando de meditar todos los días. He tenido más tiempo para leer y escribir. Actualmente estoy haciendo una maestría en artes, enfocada en el Fotolibre entonces estoy inmersa en mi vida como estudiante, reencontrándome con la literatura y la poesía. La pandemia me enseñó a mirar a escuchar y a sentir con más detenimiento. Ser más compasiva con los otros y conmigo misma. Vivir este momento histórico también me ha generado muchas preguntas como ser humano, como mujer, como artista y como organizadora comunitaria.
Recuerdo que justo en marzo cuando el gobierno de los Estados Unidos anunció la cuarentena obligatoria de manera estrepitosa, sin precedentes, esta noticia nos tomó por asalto. Era un momento muy confuso. Nuestra vida en sociedad se había vuelto como un rompecabezas. La pregunta recurrente era ¿Qué nos llevó a vivir como sociedad este momento? Las noticias en ese momento anunciaban el incremento en el número de infectados, sucesivamente el número de muertos.
Recuerdo que en ese momento el teléfono de mi esposo que es un ministro luterano no dejaba de sonar. Gente de la comunidad, porque él se dedica a través de su iglesia que está en Bay Ridge, al ministerio de inmigrantes, trabaja mucho con la cuestión de la detenciones y acompañamiento de diversas formas a la comunidad, y la gente de la comunidad le llamaba por teléfono para decirle que su hermano, su primo, su cuñado, estaban o enfermos o habían ya fallecido. También había mucha incertidumbre por parte de la población de la comunidad inmigrante específicamente de creer si el COVID realmente existía o era otro de los inventos o otras de las mentiras del estado porque fue justamente el estado y los medios de comunicación que anunciaron la propagación de este virus ¿no? Entonces, pues, la gente con su memoria sabe que es el estado el que siempre nos ha mentido en varias ocasiones ¿no? Y también el mismo estado, el mismo gobierno dejo la responsabilidad en la ciudadanía, era o hacen cuarentena o esto se va a expandir de manera estrepitosa, cuando ellos sabían lo que estaba por venir ¿no? Entonces la cuestión también era creerle al estado que nos ha mentido constantemente.
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Sin embargo, creo que hubo un mar de solidaridad en esos momentos. En la iglesia donde mi esposo trabaja y de la cual yo soy parte, a la segunda semana que se anunció la cuarentena un grupo de apoyo de voluntarios, pero también de miembros de la comunidad llegaron a ofrecer comida ¿no? Porque en esos momentos pues mucha gente de clase trabajadora, como tú sabes, en la ciudad de Nueva York es una ciudad donde hay mucho dinero, pero también hay mucha desigualdad social entonces en ese momento había mucha necesidad ¿no?, la gente se estaba quedando sin trabajo empleadas domésticas, la gente de la construcción, la gente de los restaurantes, las niñeras, los artistas también ¿no? Me incluyo en esa comunidad que estuvo desempleada y había mucha necesidad entonces se empezaron a proveer de alimentos a familias de escasos recursos a través de la iglesia y hasta hoy día se sigue proveyendo, son 6 días a la semana que se da comida. Entonces también ver como la sociedad con pocos recursos a veces sin un estatus en este país, se organizó para solidarizarse para dar respuesta a un gobierno que, pues, no les proveyó de ningún tipo de alivio económico.
Entonces también ver ese mar de humanidad, por un lado, las muertes, lo infectados, el miedo, el temor, la incertidumbre, por otro lado en esos momentos estaba estallando la primavera, los árboles de cerezo estaban resplandeciendo, floreciendo. Y por otro este mar de humidad y solidaridad de nuestras comunidades que de hecho ya es parte de su cultura ¿no? Nuestras comunidades de origen, existe el tequio, existe la faena que es el trabajo comunitario y voluntario que se hace para ayudarnos entre vecinos, entre familiares, sin ninguna remuneración económica. Entonces creo que también la pandemia nos enseño por un lado a ver de qué forma estamos viviendo como sociedad ¿no?, nuestro consumismo en aras de vivir mejor, a veces de tener una vida más placentera estamos destruyendo nuestra naturaleza. Darnos cuenta también como artistas de reflexionar, yo al menos tuve este momento de reflexionar para dónde quiero llevar mi trabajo como artista ¿no?; que no nos damos ese momento porque vivimos en un mundo sumergido en el capitalismo, donde lo único que se valora es el dinero ¿no? Y dicen por ahí "el tiempo es dinero" entonces, es básicamente, creo que fue importante que este momento de pandemia lo tuviéramos para reflexionar y desafortunadamente también nos dimos cuenta de las desigualdades sociales ¿no? La pandemia afectó de manera más dura algunas comunidades, en términos económicos y de salud obviamente porque, pues, específicamente hablando de la comunidad migrante sin un estatus, no tienen acceso al sistema de salud, pero también muchos de nosotros, yo tengo un seguro que cada que voy al médico me cobran un co-paid bastante elevado y cada que voy al médico el deducible me llegan también altos.
A mí me da miedo, aunque tenga un seguro, ir al doctor porque yo sé que me va a llegar un cheque bastante elevado. En Estados Unidos el sistema de salud colapsó, porque es un sistema basado en el capitalismo, porque no es un sistema que sea gratuito para todos, es manejado por las corporaciones, nuestra salud está en manos de corporaciones que hacen millones de dineros con la salud ¿no? Que debería de ser un recurso gratuito para todos. Entonces creo que una de las reflexiones que tuve con una amiga, que ella es una organizadora que trabaja en una organización en Florida con campesinos los cuales nos han proveído alimento en esta pandemia, los cuales han estado en resistencia, los cuales han estado sin parar de trabajar. Ella me decía "bueno, es que nosotros siempre hemos estado al frente de cualquier pandemia, de cualquier crisis, esta no es la primera ni la última vez". Cuando hay fuegos, incendios en California, los campesinos siguen trabajando y lo hemos visto en imágenes recientes en social media, cuando hay huracanes ellos reconstruyen las casas ¿no? Después se les quiere deportar.
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Entonces creo que también había toda esta... por parte de los medios de comunicación, de cómo la clase trabajadora está sobreviviendo esta pandemia, pues como ha sobrevivido muchas ¿no? O sea, esta gente que ha sido desplazada de sus comunidades de origen, que les han quitado sus tierras, saben cómo esa resiliencia que se dice ¿no? cómo sobrevivir. Y bueno, yo creo que en la ciudad de Nueva York se vive esta pandemia de una manera, no sé si más notoria o no sé si más… fue más visible que en otras partes del mundo porque fue el epicentro en algún momento ¿no? Pero también creo que es una ciudad que siempre se ha representado, a través de Hollywood mucho tiene que ver, como una ciudad donde también el fin del mundo llega ¿no? O sea, si va a colapsar el mundo va a ser en Nueva York o llegan las arañas voladoras o llegan los aliens y ahora llegó el Coronavirus.
FERNANDA ESPINOSA: Sí. Interesante, algunas de tus descripciones visuales de estos tiempos. Me interesa que me cuentes un poco más sobre cuáles han sido como esas imágenes tal vez con tu visión de fotógrafa que se han quedado contigo de estos tiempos.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Pues, creo que una de las imágenes que recurrentemente viene a mi mente como una reflexión es vernos enmascarados ¿no? vernos cubriendo nuestras bocas, nuestras narices ¿no? no poder ver sonreír a la gente como anteriormente. Pero también las muertes, o sea, creo que como te decía, fue muy crudo poder… en nuestras comunidades de origen la muerte tiene un significado que vas más allá ¿no? como que pasas a otro plano, a otro estado y creo que no poder despedir a nuestros muertos como se hace en nuestras comunidades de origen, con música, con flores, en comunidad, en familia, esa imagen para mí sigue presente ¿no? O sea, como yo recuerdo que varias veces acompañe a mi esposo a darle el último adiós, los Santos Oleos, a cajas de cartón porque ni siquiera se podrían abrir cuando fallecía una persona a causa del COVID, la envolvían en plástico y lo sellaban, no lo podías abrir ¿no? porque el virus permanecía aún después de que la persona había muerto. Entonces ver esa imagen de mi esposo bendiciendo haciendo una oración a una caja de cartón me parecía algo muy inhumano ¿no? O sea, estamos viviendo cosas muy drásticas, que nos habían golpeado mucho como sociedad y como comunidad y como individuos y ver esa imagen para mí era como, no vamos a tener un funeral, no vamos a caminar con la caja, no vamos a rezar, no vamos a hacer un novenario, son cosas que tradicionalmente en nuestras comunidades se hacen cuando un familiar o un ser querido muere. Ahora viene el día de los muertos ¿no? entonces pensando también en cómo vamos a darle el último adiós a esas almas que se cree ¿no? para que se vayan en paz de este mundo. Entonces, pensando en eso, en cómo no pudimos despedir a mucha gente de nuestra comunidad que siguen muriendo ¿no? que siguen siendo… pues yo creo que también son víctimas del sistema capitalista esos muertos ¿no?
Que no tuvieron el privilegio de quedarse en casa, porque esa es otras de las cuestiones, no todo el mundo tuvo el privilegio de decir, "yo me encierro por 2, 3 meses", que eso fue lo que pasó en la ciudad de Nueva York, seguiré trabajando desde casas, seguiré recibiendo un salario, porque mucha gente no lo puede hacer, o sea, las cifras de cuántos niños viven como homeless, como niños sin vivienda, sin un lugar en la ciudad de Nueva York es estrepitosa es alarmante, aterrorizante en una ciudad y en un país que al menos en América Latina es visto como el país de la prosperidad, del desarrollo, el país más avanzado, el país donde todo mundo vive bien, no es cierto, es una mentira ¿no? Como lo es la idea del sueño americano y creo que una de nuestras reflexiones en comunidad fue eso, si valía la pena realmente estar… porque aquí somos… escuche que alguien decía "esclavos en los Estados Unidos" entonces, esta idea de que nos han vendido de que el dinero te hace más feliz, que a veces no es cierto ¿no? aquí la gente trabaja 12, 13, 14 horas para pagar sus bills para ir sobreviviendo. Entonces también esta reflexión que hubo en nuestra comunidad es, vale la pena realmente, se vive mejor, tenemos mejor calidad de vida en este país, que nuestras comunidades de origen, donde antes pues éramos campesinos, cosechábamos, sembrábamos.
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Hace muchísimos años no existía la idea del dinero o el dinero era visto de otra forma ¿no? Había más intercambio. La gente en las comunidades que no tenía frijol, se compartía con la gente que tenía maíz y así, viceversa. Entonces, creo que también una de las cosas como te decía en un principio era ver, pese a esta crisis económica y de salud, ver como la propia gente de la comunidad se empezaba a organizar pero también hacer una reflexión de qué acciones y qué practicas positivas como sociedad tenemos que tener para comenzar a transformar un mundo o comenzar a regresar a nuestros orígenes ¿no?, y una de las cosas eran, un amigo que es parte de nuestra iglesia, él es Mixe de Guajaca, comenzó ahí en la iglesia, primero en un cuadro chiquito, a sembrar ¿no?, y nos impulsó a algunos miembros de la iglesia a traer semillas e intercambiar semillas y sembrar. Y ahora él ya tiene este proyecto dentro de la iglesia donde hay una azotea verde donde se están sembrando calabacitas y tomates, yerbas ¿no?
Una reflexión, mucha gente que migra tanto de Ecuador, como de México, de América Latina vienen de comunidades indígenas o rurales y tienen conocimientos ancestrales en cuanto a la siembra, a la cosecha, el conocimiento de la arbolaría. Entonces la reflexión era que nuestros barrios de clase trabajadora, el acceso a la comida saludable, orgánica es inaccesible porque es costosa, incluso para la clase media ¿no? Muchas veces no es accesible ¿no? Entonces, ¿para quién está diseñada esa comida en las ciudades como Nueva York? Esta comida que nos venden como orgánica que nuestros pueblos y comunidades de orígenes comíamos entonces creo que también la pandemia vino a traernos o a darnos esta pausa para reflexionar sobre nuestras prácticas, hacer nuestras compostas. Un grupo de mujeres en ese momento, entre marzo, abril, comenzaron a organizarse a hacer mascarillas, mascaras para cubrirnos la boca y comenzaron a interesarse por la costura, hubo un grupo de amigas que donaron una máquina de coser a la iglesia y ellas empezaron ahí a organizarse colectivamente y a pensar en crear una cooperativa, no solamente de costura si no de aromaterapia.
Hay un grupo de mujeres ahí que comenzaron a tomar talleres de salud holística ¿no? Creo que también eso fue otra reflexión de cómo la pandemia nos afectó psicológicamente y que no tenemos los recursos porque como la salud es costosa en este país no tenemos los recursos para ir a ver a un psicólogo o tener terapias alternativas porque eso, pues si no es accesible económicamente. Entonces empezamos a ver cómo tratar de traer esos recursos a nuestras comunidades que sean a un bajo costo y que sabemos que se necesitan. Ahorita hablo un poco de la iglesia porque es desde ahí donde también trabajo mucho en este trabajo que hago con la comunidad y los sábados un artista, Guadalupe Maravilla, vino se acercó a la comunidad, está trabajando bastante ahí en la iglesia; involucrado en proveer de alimentos a la comunidad, pero él también tiene un proyecto de terapia de sonido y él nos está proveyendo todos los sábados de terapias de sonido, le llaman sound bath, de baños de sonido.
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Y es muy interesante como, por una hora, nos acostamos y escuchamos esa terapia de sonido ¿no?, nos relajamos, algunos duermen, algunos solamente se relajan, entonces es un momento de cuidado también ¿no? Es un momento de reflexión, de cómo… y sobre todo van los voluntarios que están ahí en la iglesia todos los días, repartiendo comida y creo que también es una reflexión para la gente que trabajamos entre el arte y el activismo, me decía una amiga "¿Cómo vamos a cuidar a los cuidadores, a los que nos cuidan?" ¿no? Y tener un tiempo para decir, es que no todo es trabajo porque nuestras comunidades es: "yo vengo a trabajar y trabajar y trabajar", y nunca tenemos vacaciones, no compartimos la comida con nuestra familia porque todo es este mundo capitalista que te crea esta mentalidad que si no trabajas y si no tienes dinero no eres nadie ¿no? Entonces parar un poco ese momento para disfrutar, para meditar, para tener acceso a esto ¿no? Así como la señora con la que la gente trabaja, va a yoga y yo también puedo ir a yoga, mi cuerpo también lo merece ¿no? Entonces cómo traer esos recursos, eso ha sido también, creo que, formas de cambiar nuestras prácticas ha generado esta pandemia, de reflexionar.
FERNANDA ESPINOSA: Muchas gracias, Cinthya. Ya para ir cerrando este espacio me quedo con varias imágenes y regalos que me has dado en esta conversación. Pienso por un lado en esos árboles que mencionas que florecen y al mismo tiempo las muertes ¿no? O como dicen los tigres del norte, creo que son, que hablan de la jaula de oro y dentro de esa jaula de oro también los espacios de siembra, los espacios de entendimiento ¿no? Así que te agradezco por compartir estas nociones de estos tiempos y para ir cerrando quisiera hacerte dos preguntas. Una ¿Cuál has visto tú, desde tu perspectiva personal de artista de organizadora, que sea como la intersección, las conversaciones con los levantamientos de alrededor de la justicia racial? Y si hay algo más que quieras compartir que no te he preguntado hoy.
CINTHYA SANTOS BRIONES: Sí, claro. Pues creo que en este momento donde eran muy notorias las desigualdades en la salud reveladas por la pandemia del COVID y los asesinatos que hubo contra hermanos y hermanas afroamericanos en el estado de emergencia en el que nos encontrábamos, por parte de los agentes de policía, son parte del evidente racismo sistemático que ha existido, no solamente en los Estados Unidos por más de 400 años, sino también en nuestros propios países, creo que el movimiento que se generó durante esos meses fue un movimiento a nivel mundial ¿no? Estaban saliendo a protestar en Nueva York, en Filadelfia, pero también en México, pero también en Europa, contra el racismo sistemático, pero también contra la brutalidad policiaca ¿no? En México, por ejemplo, nuestra tercera raíz es la afromexicana y a penas en el levantamiento zapatista se comenzó a hablar de una nación multicultural y multiétnica. Creo que el racismo en los Estados Unidos es parte de la historia y forma parte también de su idiosincrasia ¿no?
Creo que George Floyd… hay muchos George Floyds ¿no?, que no han recibido justicia, creo que también… estaba leyendo el otro día a través de una organización que se llama Mapping in The Violence, decía que 3, o sea, que una persona afroamericana es más propensa a ser asesinada por una policía que una persona blanca ¿no? Y que por cada millón de habitantes en el país, 30 afroamericanos mueren por disparo de policías, yo lo que creo que la misma policía que ha matado, que ha asesinado brutalmente a nuestros hermanos de la comunidad afroamericana es parte del mismo sistema que deporta, encarcela y mata inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo y es el mismo sistema que está separando a los niños de sus padres en la frontera.
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Creo, o yo espero que… justo ayer estaba viendo en las noticias que la familia de Brianna Taylor recibió 12 millones o va a recibir 12 millones de dólares por la muerte de su hija y yo justo reflexionaba que, no soy madre pero hablando con mi madre al respecto, el dinero no te regresa la vida de un ser humano ¿no?, y que espero que mas allá de que se le remunere económicamente, realmente se haga justicia y se encarcele a la gente que ha asesinado, a los culpables que todavía siguen sueltos, no se les ha enjuiciado, no se les ha encarcelado ¿no?
La lucha de la gente de color y de la clase trabajadora es la misma creo que nos hemos enfrentado, con sus peculiaridades por supuesto, al mismo sistema colonial y opresivo. Por el color de piel ¿no? existe creo que en el mundo todo este sistema de la pigmentocracia en México eso es muy relacionado, el racismo y el clasismo ¿no? Es el color de piel y el dinero, es una cosa que no se puede separar ¿no?, y que por supuesto uno lo vive en diferentes niveles ¿no? El ser morena, yo como una mujer de color, lo viví desde que era niña ¿no? con ciertas… a veces, por ejemplo, yo recuerdo que en mi casa siempre había, en mi familia, extendida esta idea de que "ah, es que eres morenita" había como que estas frases que se diluyen a veces entre conversaciones y que no se enfrentan claramente como aquí en los Estados Unidos creo que hay más confrontación de la historia del racismo y de la esclavitud que, al menos en México, apenas se está hablando en las conversaciones de cómo hemos normalizado ese racismo ¿no?, de cómo lo hemos internalizado.
Entonces creo que es eso, o sea, como que la mayoría de la gente que murió a causa de COVID, la mayoría de las comunidades que han sido más golpeadas por esta pandemia han sido las comunidades de color y de clase trabajadora. Entonces por supuesto que hay una correlación entre los asesinatos a las personas de color y las muertes a causa de la pandemia, de la gente de color, clase trabajadora ¿no? Afroamericanos o latinos o nativoamericanos que es otra historia, que también forman parte del sistema racista, de este país, del sistema de genocidios de este país y de muchos otros países obviamente ¿no? México tiene 500 años ¿no? Que ha oprimido constantemente a su población indígena, que la ha querido borrar del mapa, que ha tratado por todos los medios de asimilarlos ¿no? Esta palabra tan fea de idea de asimilarse como quieren tratar de asimilarlos ¿no? en este país, lingüísticamente primero y después culturalmente ¿no?
FERNANDA ESPINOSA: Gracias Cinthya. Sé que podríamos hablar mucho más tiempo de todas estas conexiones y de los cambios que estamos viviendo, pero te agradezco un montón por brindarnos este tiempo y por brindarnos tus palabras para que otros puedan también entender un poco más desde tu perspectiva. Muchas gracias.
CINTHYA SANTOS BRIONES: No, muchísimas gracias a ustedes. A ti Fer.
FERNANDA ESPINOSA: Ahora.
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[END OF INTERVIEW.]