Transcript
Preface
The following oral history transcript is the result of a recorded interview with Edna Coll on 1997 October 25-November 1.The interview took place in Puerto Rico, and was conducted by Marimar Benítez for the Archives of American Art, Smithsonian Institution. This interview is part of the Archives of American Art's Puerto Rican Artists Video Project.
This transcript has been lightly edited for readability by the Archives of American Art. The reader should bear in mind that they are reading a transcript of spoken, rather than written, prose.
This interview was conducted in Spanish. The interview was transcribed in 2020 by Aisha Pérez González.
Interview
EDNA COLL: Puedo hacer una gran academia y le hice números a mi papá y él me ayudó. Cuando abrí la academia pues tenía a mujeres que me ayudaban. Tenía a Luisina Ordóñez que daba clases de pintura, tenía a Mercedes Mondragón que daba pintura en tela, al Maestro Pagán que daba arte comercial y así poco a poco— Ese año fue de tanto éxito que el Departamento de Educación acreditó la Academia. Al acreditarme la Academia los veteranos entraron en acción. Yo tenía 225 veteranos en mi Academia y mi escuela tuvo muchísimo éxito durante tres años. La escuela duró cuatro años. Yo tenía también una profesora de joyería que hacía, que era Miss Tejada, que hacía maravillas en prendas. Traíamos la plata y el cobre de Méjico y hacíamos cosas preciosas. La verdad que la Academia fue un exitazo los cuatro años que yo la tuve.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Y dónde reclutó a los profesores que enseñaban en su Academia?
EDNA COLL: ¿Dónde qué?
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Dónde reclutó a los profesores que enseñaban en su Academia?
EDNA COLL: ¡Ah bueno! En el segundo año ya cuando yo iba a abrir la Academia me fui a Cuba y de allí conquisté a [Hipólito] Hidalgo de Caviedes un pintor de fama internacional. Había pintado los murales de la Catedral de la Habana y me lo traje a Puerto Rico. En aquella época le ofrecí quinientos dólares y la pintura de mi retrato. Y el vino a Puerto Rico y también a [José] Hurtado de Mendoza. De los Estados Unidos traje a Francis [inaudible] de la Escuela de Arte de Filadelfia y así, poco a poco, fui aumentando los profesores en la Academia. Me traje luego, al otro año me traje de Haití a [Ángel] Botello Barro y todos ellos me ayudaron a darle prestigio a la Academia. En el segundo año fundé la Galería de Arte, invité a todos los artistas de Puerto Rico a exhibir en mi Galería y también fue otro éxito y ayudaba a todos los artistas en Puerto Rico. Don Miguel Pou llegó a mi Academia y me felicitó diciéndome que yo había hecho una obra extraordinaria y muchos de estos muchachos que estudiaron en mi Academia están hoy al frente de bellas artes en Puerto Rico. Como Félix Rodríguez [Báez], Carlos Raquel Rivera, en fin, tuve muchísimo éxito.
MARIMAR BENÍTEZ: Cuando usted fundó su Academia, ¿tenía alguna competencia? Es decir, ¿había alguna otra Escuela de Arte?
EDNA COLL: Nadie. Aquí no había nada sobre arte. Había unos profesores aislados, verdad, pero una Academia y una Escuela, nada. Es más, cuando yo empecé a enseñar arte en el Departamento de Educación el arte era casi taboo allí no se conocían maestros de arte ni nada de esas cosas y yo empecé a enseñar dibujo, pintura, a hacer murales con mis estudiantes y cuando el Dr. [José M.] Gallardo, que era el Comisionado, iba por estas escuelas donde yo estaba decía: "como se conoce que aquí ha estado Edna Coll" porque los muchachos hacían murales conmigo.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Dónde usted aprendió a hacer murales y a pintar?
EDNA COLL: Bueno, yo te puedo decir que yo aprendí sola porque yo era una persona que leía mucho, iba mucho a los museos. Desde los siete años me interesó el arte y yo creo que me sentí que yo iba creciendo en el arte y todas esas cosas. Yo pertenecía, era miembro del Museo Metropolitano de Washington y también de Nueva York y del Museo de arte Moderno de Nueva York. Yo estudiaba todo esto, trabajé en una Galería de Arte en Nueva York, muy famosa que se llamaba la [00:04:22] musson de mutt era francesa que tenia dos grandes exhibiciones al año. Claro y todas estas cosas pues me iban enseñando las cosas ese fue verdaderamente mi aprendizaje. En Washington cogí un curso con Catherine [Carter] Critcher famosa pintora en Washington, pero estuve muy poco tiempo allí. En la Grand Central en Nueva York estuve como un mes nada más. En realidad, yo me enseñé a pintar yo misma.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Cuándo fue que abrió las puertas su Academia? ¿En qué año la fundó?
EDNA COLL: Eso fue en el 1945, el primer año de la Academia, entonces yo arregle la Academia yo tenía un espacio de galería. La galería yo la puse preciosa, la forré toda de saco y también puse luces especiales. En fin, yo preparé la casa mía una escuela de arte.
MARIMAR BENÍTEZ: Cuando usted cerro la Academia, ¿hubo alguna otra persona que tomó esa iniciativa y siguió dando clases de Arte? ¿Qué usted sepa?
EDNA COLL: Bueno yo, creo que Félix Rodríguez empezó una escuela él, por otro lado, y tú sabes después el dirigió la Escuela de Bellas Artes. Félix fue discípulo mío a los 14 años, pero yo nunca supe que ninguno de ellos se dedicara a enseñar arte. Porque es que era muy difícil y entonces no era tan fácil. Yo tuve mucha suerte y yo creo que mucha suerte y mucho empuje porque yo no le tenía miedo a nada.
MARIMAR BENÍTEZ: Cuando cerró su Academia, ¿a qué se dedicó?
EDNA COLL: Yo cerré mi Academia porque tuve muchos inconvenientes y me dediqué, me fui a Nueva York a estudiar el doctorado en la Universidad de Columbia en Literatura Hispanoamericana, que era lo que me gustaba por un tiempo dejé el arte a un lado. Después en Miami abrí una Escuela de Arte con mucho éxito también. Allí enseñé en dos escuelas en Miami, en Biscayne Gardens y en Benjamin Franklin y hacia también cosas que me alababan mucho allá en la prensa de Miami. Los estudiantes exhibían sus obras, poníamos para navidades preciosos los salones, hacían joyería, en fin, tuve mucho éxito en Miami. En Miami estuve un año porque mi papá se enfermó y tuve que venir a cuidarlo a Puerto Rico.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Después de esa experiencia enseñando arte, usted se dedicó a la literatura?
EDNA COLL: Sí señora. A la literatura. Me encantaban las letras entonces empecé a hacer el doctorado en Columbia, pero al enfermarse mi papá tuve que dejar a Columbia University y estuve diez años fuera de escuela. Entonces me fui a Gainesville y allí hice el doctorado, y yo creo que fui una de las primeras mujeres en la Universidad de Florida, en obtener un doctorado porque antes era una universidad de varones nada más.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿En qué año fue eso doña Edna?
EDNA COLL: En el cincuenta por ahí.
MARIMAR BENÍTEZ: Cuando usted fundó su Academia, ¿Cómo recibían los pintores y la sociedad en general el hecho de que usted, como mujer, estuviera a la cabeza de una institución de esta naturaleza?
EDNA COLL: Yo tuve que luchar con la envidia con los celos, porque los pintores no se podían imaginar que una persona como yo, tuviera tanto éxito en una academia de arte cuando ellos eran los pintores conocidos. Pero ya te digo, don Miguel Pou vino a mi escuela y me felicitó, porque dijo que la obra que yo había hecho era maravillosa en pintura. Entonces, desperté ese entusiasmo por el arte en Puerto Rico. Era tabú, había habido unas profesoras pero que en realidad no enseñaban arte era nada más que una cosita por encima. El arte en las escuelas empezó conmigo.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Se siente orgullosa de ese trabajo?
EDNA COLL: Sí, yo me siento sumamente orgullosa pero también me gustaba tanto el arte y yo creo que mi recompensa estaba en que yo hacia las cosas con ese entusiasmo. Fíjate que yo estudiaba tanto sobre el arte que en Miami Beach daba conferencias a quinientas personas a veces, en inglés, sobre el arte contemporáneo y moderno. Enseñé muchas veces en esas conferencias enseñé a apreciar al arte contemporáneo.
MARIMAR BENÍTEZ: Eso es una contribución bien importante porque en ese momento el arte contemporáneo, bueno como en todo momento, necesita de explicación porque muchas veces el público no lo entiende inmediatamente.
EDNA COLL: La galería mía de arte abrió con una exhibición estupenda de la American University que estaba al frente del arte moderno y fue un exitazo. Había cosas allí que tuvieron que explicármelas porque yo no las entendía, pero, por ejemplo, un Pegasus que tenía como trece patas. Yo no entendía eso. Cuando me explico el director yo iba todas las mañanas a ver si yo veía lo que él decía porque eso era la velocidad. Buscando la velocidad. Efectivamente, al fin de dos semanas yo veo que aquellas trece patas se convierten en cuatro y el caballo galopando. Yo no sé si estaba en mi ilusión el querer verlo así, pero la verdad es que funcionaba y a eso se debe después toda la técnica en el cine, de los muñequitos y todas esas cosas. Que se inventaron para darnos películas de los muñequitos.
MARIMAR BENÍTEZ: Animación.
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MARIMAR BENÍTEZ: Ahora voy a dar marcha hacia atrás y le voy a hacer unas preguntas indiscretas como cuándo usted nació. Desde ahora empezamos a grabar. Doña Edna, ¿cuándo y en qué año nació? ¿en qué ciudad nació usted?
EDNA COLL: Yo nací en Santurce. Soy cangrejera. Nací en la calle del Condado, hoy Simón Bolívar y precisamente nací en el día de Simón Bolívar, el 24 de Julio de 1906, hoy cuento con 91 años.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Usted era hija única o tenía hermanos?
EDNA COLL: Si, nosotros éramos cinco. Yo era la mayor, éramos tres mujeres y dos varones.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿A qué se dedicaba su padre? ¿Quién era su padre?
EDNA COLL: Mi padre era abogado. Un gran abogado y fue presidente de la Cámara de Delegados de Puerto Rico en el 1920.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Y su madre?
EDNA COLL: Mi madre era doméstica, era una gran mujer, una gran madre y la reina en mi casa. Pero en aquella época las mujeres se dedicaban a sus hijos en sus casas. Ella nunca tuvo intención de trabajar fuera. Papá le proporcionaba todo lo que ella necesitaba.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Alguien en su familia tenía una relación con las bellas artes?
EDNA COLL: Mira sí. En España yo tenia un tío muy famoso que se llamaba José Cuchí [y Arnau] que era famoso como pintor en Cataluña. Yo creo que de ahí me venía a mi ese entusiasmo que yo sentía por las artes.
MARIMAR BENÍTEZ: El ambiente en su casa era un ambiente que fomentara este entusiasmo?
EDNA COLL: Sí porque mis hermanas, las dos estudiaron are. Yo tengo una hermana que pintaba muy bonito, muy bien. Sobre todo, era una gran retratista. Era la mas pequeña de casa se llamaba Diana.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Dónde estudió su hermana?
EDNA COLL: En filadelfia con un gran pintor allá, yo el nombre no lo recuerdo, pero ella estudio con él. Ya te digo pintaba muy bien, muy bonito, tenia mucho talento para la pintura.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿A qué edad se interesó usted en las bellas artes?
EDNA COLL: Yo tenia siete años cuando empecé, porque mi mamá quería que yo estudiara de todo. Lo que ella no puedo hacer ¿verdad? Yo empecé con Polita [Hija de Rafael] del Valle a estudiar dibujo y seguí en las escuelas. Después fui al Sagrado Corazón, en el Sagrado Corazón ya yo estaba interna pues cogía clases de arte con las monjas etc. siempre, siempre, siempre estuve dedicada al arte.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Usted se acuerda de la primera obra de arte que vio?
EDNA COLL: Ay eso es muy difícil, fíjate yo no recuerdo cual fue la primera, ahora yo cuando iba a Europa por ejemplo con mi papá a los Estados Unidos íbamos mucho a los museos. Por ejemplo, yo cuando enseñaba, trabaje en la [00:03:43] Messon de mutts en Nueva York, estaba cerca del Museo Metropolitano. Yo me iba a almorzar al museo y me pasaba estudiando las pinceladas de los pintores. El tiempo que tenia libre me sentaba a estudiar a Rubens, Salvador Dalí, a todos los grandes pintores.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿En qué año fue eso doña Edna? ¿Qué usted trabajaba en esa Galería de Arte?
EDNA COLL: ¡Uff! Eso hace muchos años. Yo no te podría decir exactamente, pero eso ya fue después del 50 por ahí.
MARIMAR BENÍTEZ: Cuando usted se fue a hacer estudios graduados en Nueva York ahí era cuando trabajaba en la galería?
EDNA COLL: no, yo estudie antes en las galerías. Cuando yo fui a hacer mi doctorado en Nueva York me dediqué justamente a los estudios. Era muy fuerte en Columbia University y ahí pues yo me pasaba todo el tiempo—desde luego cuando daban exhibiciones a mí me mandaban invitación los museos porque yo pertenecía, yo era miembro de los museos y pertenecí a todos ellos porque me gustaba la pintura.
MARIMAR BENÍTEZ:¿Usted recuerda la obra temprana de Félix Rodríguez? ¿La obra que el hacía cuando era discípulo suyo?
EDNA COLL: Bueno era un niño ¿no? Empezó conmigo a los catorce años. Yo le enseñaba dibujo y él sobre todo tenia un entusiasmo extraordinario por el arte, eso lo tuvo siempre. Yo creo que eso fue lo que llevó a Félix a triunfar ¿verdad? Porque el era loco con el arte. Y claro luego se hizo mayor y cuando yo quité mi Academia, lo ayudé, le di mis pinturas y todo lo mío y de ahí en adelante siguió solo.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Y la obra temprana de Carlos Rivera? Carlos Raquel, ¿se acuerda como era?
EDNA COLL: A mi juicio ese es uno de mis estudiantes con más éxito y Carlos empezó conmigo sin saber nada. Como empezaban todos los veteranos, ¿verdad?, pero yo tenia un grupo muy entusiasta de veteranos ya, tenía 225 veteranos que eso es una cosa seria en Puerto Rico. Entonces yo también concursos de arte por la isla y notaba el tremendo talento de los muchachos puertorriqueños por el arte. Yo tenia siempre la intención de fundar la Escuela Nacional de Bellas Artes, precisamente para favorecer a esas criaturas que no tenían dinero y que tenían tanto talento en la isla.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Como le fue con ese proyecto de la Escuela Nacional de Bellas Artes?
EDNA COLL: Bueno, nunca tuve éxito porque yo subí esas escaleras del Capitolio un montón de veces para que me ayudaran y sencillamente no entendían lo que yo estaba diciendo y pidiendo. Entonces ahí fue cuando yo me desanimé y me decidí irme para los Estados Unidos.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿A quién en la Legislatura se le acercó usted para pedirle apoyo?
EDNA COLL: No me gustaría nombrar nombres, pero a todos los legisladores. Al presidente de la Cámara, a legisladores como Ernesto Ramos Antonini, gente que tenían cierta sensibilidad y me dieron un certificado precioso donde me felicitaban por mi gran labor, pero de ahí no pasó. Yo tuve si la suerte de poder ayudar a algunos pintores, por ejemplo, Cecilia Orta fue a Italia con una beca, otro chico, que ahora no me acuerdo el nombre, [Alfonso Meléndez] Arana también fue a estudiar a México y yo le recomendé, en fin, yo ayudé a unos cuantos muchachos a salir adelante.
MARIMAR BENÍTEZ: ¿Volviendo a Carlos Raquel Rivera, él se destacaba entre los otros estudiantes de su academia?
EDNA COLL: Sí, pero fíjate que Carlos Raquel era un muchacho lo más humilde. El nunca hizo alarde de que era gran pintor. Te digo que hasta me sorprendió gratamente su éxito en la pintura y yo lo considero uno de mis mejores estudiantes, sino el mejor.
MARIMAR BENÍTEZ: quiere, para concluir doña Edna, yo quisiera que usted evalúe la importancia de la Academia de Arte de Edna Coll que usted fundó en ese momento en Puerto Rico.
EDNA COLL: No te entiendo.
MARIMAR BENÍTEZ: Que nos dijera qué cree usted que fue su contribución al desarrollo del arte en Puerto Rico?
EDNA COLL: Bueno, sí. Mira yo creo que yo empecé a hacer del arte una asignatura importante en Puerto Rico. Como dicen en inglés: "Conscious Midness" que existía una cosa maravillosa que se llamaba el arte y que en Puerto Rico teníamos mucho talento y que teníamos que ayudarlos echar para adelante. Porque había grandes pintores en el extranjero y porqué no podíamos nosotros tenerlos también. Es fue lo que mas me impulsó a seguir con mi obra.
MARIMAR BENÍTEZ: En la próxima generación se desarrolla la obra de Myrna Báez y de Noemí Ruiz. Que son las dos mujeres artistas que descuellan en los años sesenta. ¿Usted conoce la obra de ellas dos?
EDNA COLL: Sí, pero ellas no tuvieron nada que ver con mi Academia. Ninguna de las dos pasó por mi Academia. Ni Myrna Báez, claro que yo conozco la obra de ella porque después la vi, pero ellas no le deben nada a mi Academia, que yo sepa.
MARIMAR BENÍTEZ: Pero usted se siente que por haber dirigido esa Academia en cierta medida usted propició que las mujeres se dedicaran al campo del arte.
EDNA COLL: Sí, puede ser. Ya te digo el arte en Puerto Rico empezó conmigo, se puede decir y el entusiasmo que yo levanté hacia el arte pues produjo grandes pintores después. A mí me decía este muchacho, [Jorge] Enjuto [Bernal] que fue decano en Rio Piedras, me decía que no se podía hablar de los pintores de hoy sin nombrarme a mi porque había sido quien les había inspirado a ellos el seguir la carrera del arte.
MARIMAR BENÍTEZ: Su Academia y su Galería generaron mucho entusiasmo. Cuando usted cerro, ¿qué paso con esos profesores y los estudiantes?
EDNA COLL: Bueno, no te sé decir porque como yo me fui para los Estados Unidos, yo me olvidé de todo. Yo pasé muchos malos ratos el último año de mi Academia y debido a eso decidí quitar la Academia. Porque yo trabajaba desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche en aquella Academia. Entonces al irme para los Estados Unidos, no tue conexión alguna con Puerto Rico por unos cuantos años.
MARIMAR BENÍTEZ: Doña Edna el próximo año se cumple el centenario de la Guerra Hispanoamericana, ¿tiene eso algún significado especial para usted?
EDNA COLL: ¿Cómo no? Mire yo te diré, yo admiro a la nación americana y conmigo ha sido muy buena. Yo enseñé ocho años en los Estados Unidos, pero yo nunca me he sentido americana. Yo tengo mi raza muy, mis raíces son muy arraigadas. Yo me siento hispánica. Yo voy a Cuba, a Venezuela, voy a Argentina y siento que soy de allí. Y a pesar de que viví 22 años en los Estados Unidos siempre me sentí extranjera. Con un idioma que no era el mío a pesar de que lo domino, en fin, y esto sin perjudicar a la nación americana, sin que le tenga odio. Al contrario, yo creo que la nación americana es una gran nación, pero no es la mía. Yo amo a mi tierra y quiero a mi tierra libre, y espero morir viéndola libre.
MARIMAR BENÍTEZ: Doña Edna usted cree que los artistas de Puerto Rico, en su obra, ¿reflejan ese sentir, ese nacionalismo, ese orgullo en Puerto Rico?
EDNA COLL: Mire, yo creo que si aquí pasa una cosa rarísima. Tu oyes distintas cosas sobre las ideologías, pero en el fondo todos somos puertorriqueños y cuando nos toca esa parte del sentimiento patrio, todos respondemos a eso. Yo estoy segura de eso aún con los que quieren la unión con los Estados Unidos. Porque en Puerto Rico hay un gran sentimiento de patria, lo que pasa es que esta dormido, no se dan cuenta. Pero tú no tienes más que hacer cualquier cosita o decir cualquier cosita que enseguida viene la ovación. Mira ayer en las graduadas yo les decía a las mujeres: "Mientras existan mujeres como ustedes habrá patria para mucho tiempo porque la patria es el hogar y el hogar lo hacen las mujeres." Mira se volvieron locas aplaudiendo, es que el sentimiento esta ahí lo que pasa es que esta dormido y ustedes no se dan cuenta a veces.
MARIMAR BENÍTEZ: El arte de la generación del cincuenta era un arte con un contenido puertorriqueñista o nacionalista. Usted encuentra que esos artistas fueron rechazados por el público por esa ideología o usted cree que—
EDNA COLL: No mira, lo que yo creo es que aquí hay muy poco conocimiento sobre el arte y este pueblo necesita más educación sobre que es una obra de arte. Porque aquí por ejemplo tu vas a un museo y oyes una persona decir: ¡ay, pero mira qué lindo, igualito, bueno parece una fotografía! Y eso no es arte. El arte esta en la imperfección. En esa manera imperfecta del pintor interpretar las cosas que tiene su encanto. Como Modigliani y los grandes pintores. El greco, que tenían su peculiar manera de ejecutar las cosas, porque el arte es interpretación. La naturaleza es una cosa y el arte es otra. La naturaleza es lo que existe lo que Dios nos da, pero el arte es la intervención del hombre. Por ejemplo, unas rosas en un rosal es naturaleza, pero tu coges esas flores y las colocas en un florero y ya ahí hay arte. ¿por qué? porque ya el hombre intervino. Hay que enseñar todas estas cosas. Eso es lo que nos hace falta en Puerto Rico.
MARIMAR BENÍTEZ: Se ha señalado que mucha de la obra de Carlos Raquel rivera en específico, es una obra con un contenido político, nacionalista y que esta no fue bien recibida por alguna de estas personas precisamente por ese contenido. ¿Qué tiene que usted decir sobre esto?
EDNA COLL: Bueno, tú sabes el artista, ya sea pintor, ya sea escritor, no pinta ni escribe para que lo aplaudan el siente una necesidad por—
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